A todo el mundo le gusta hablar de buenas ideas generadoras de negocios millonarios. El problema es que el papel se deja escribir e ideas que a primera vista parecen brillantes, cuando se ponen en práctica no resultan tan brillantes. Es importante no caer en el error de paralizarse definiendo y redefiniendo una idea hasta que aparentemente sea perfecta. Poner en práctica las ideas cuanto antes, para convertirlas en prototipos validables, es el mejor camino para innovar.